:D


martes, 30 de noviembre de 2010

Literatura de Posguerra

Literatura de posguerra

La Guerra Civil sumió al país en una grave depresión económica, política y cultural, de la que se fue recuperando con dificultad. Los años comprendidos entre el final de la guerra (1939) y la muerte de Franco (1975) constituyeron una etapa de búsqueda en la que sucesivas generaciones de novelistas, poetas y dramaturgos configuraron un particular paisaje literario, caracterizado por la vacilación entre el esteticismo y la denuncia social.

Años cuarenta

La Segunda Guerra Mundial acabó con la victoria aliada sobre Alemania e Italia, lo cual dejó a España totalmente aislada. Los escritores quedaron al margen de la literatura que se hacía más allá de nuestras fronteras.

La escasa literatura de estos primeros años de posguerra oscila entre el esteticismo, que ignora la realidad circundante, y la expresión de la angustia y desarraigo que la guerra ha creado.

En la entrevista que mantuvieron en Hendaya Adolf Hitler y Francisco Franco, el 23 de octubre de 1940, se decidió que España no participaría en la Segunda Guerra Mundial.

Años cincuenta

Empezó a abrirse al exterior (en 1955, se integró en la ONU). El reconocimiento internacional del franquismo se tradujo en mejoras económicas y en la comunicación con el exterior.

En literatura empezaron a tomar importancia los temas de crítica social. El resultado fue una nueva versión del realismo, tendente a la denuncia de la opresión y la injusticia.

Años sesenta

Con el desarrollo económico el franquismo se consolidó, a la vez que la oposición al régimen se hizo más sistemática.

En literatura, el experimentalismo vuelve a imponerse una vez agotado el realismo social.

De 1970 a 1975

En los últimos años del franquismo se confirmó la apertura al exterior. El país se sitúa entre los más industrializados gracias a las inversiones extranjeras y al turismo.

El eclecticismo derivado de la llegada de materiales extranjeros gracias a la apertura de la censura se resolvió finalmente con una vuelta a lo clásico.

El existencialismo

Hacia la tercera década del siglo XX, surge en Alemania el existencialismo y de allí se difunde por el resto de Europa, especialmente en Francia. Esta escuela, podría interpretarse como una reacción ante un período de crisis de conciencia a nivel social y cultural.

Los existencialistas afirman que el hombre es un ser "arrojado al mundo", esta frase parece expresar el sentir europeo de aquellos años y puede ser interpretada de modo literal: los europeos se sienten arrojados en mundo inhóspito, arrojados de sus hogares destruidos y de la seguridad de sus creencias, valores e ideales.

El existencialismo toma en consideración los conceptos siguientes:

  • El libre albedrío humano
  • La naturaleza humana es elegida mediante las decisiones de la vida.
  • Una persona es mejor cuando lucha contra su naturaleza individual, peleando por la vida.
  • Las decisiones no vienen sin estrés, o sin consecuencias
  • Hay cosas que no son racionales
  • La responsabilidad personal y la disciplina son cruciales
  • La sociedad es antinatural y sus religiones tradicionales y reglas seculares son arbitrarias
  • Los deseos mundanos son inútiles

El existencialismo está ampliamente definido en una variedad de conceptos y no puede haber una sola respuesta a lo que realmente es, aún así no apoya ninguna de las siguientes:

  • La riqueza, el placer, o el honor hacen buena a la vida
  • Los valores y estructuras sociales controlan al individuo
  • Aceptar lo que es y eso es suficiente en la vida
  • La ciencia puede y hará que todo sea mejor
  • La gente es básicamente buena pero la sociedad o fuerzas externas la estropean
  • La mentalidad de "¡Quiero hacer mi voluntad ahora!" o "¡No es culpa mía!"

Existe una amplia variedad de ideologías filosóficas, religiosas y políticas que conforman el existencialismo, así que no existe ningún acuerdo universal en un conjunto arbitrario de ideales y creencias. Las políticas varían, pero cada una busca la máxima libertad individual para la gente dentro de una sociedad.

Historia de la literatura de ciencia ficción

El término "ciencia ficción" fue acuñado en 1926 por Hugo Gernsback cuando lo incorporó a la portada de una de las revistas de narrativa especulativa más conocidas de los años 1920 en Estados Unidos: Amazing Stories ( revistas de ciencia ficción). El uso más temprano del mismo parece datar de 1851 y es atribuido a William Wilson, pero se trata de un uso aislado y el término no se generalizó con su acepción actual, hasta que Gernsback lo utilizó de forma consistente (después de hacer un intento previo con el término "scientifiction" que no llegó a cuajar).

Es muy posible que hoy se usara la palabra "cientificción", pero Gernsback se vio obligado a vender su primera publicación, que tenía ese nombre. Sin darse cuenta, había vendido los derechos sobre el término y muy a pesar suyo se vio obligado a dejar de usarlo y utilizar en su lugar el término "ciencia ficción".

De modo, que hasta el año 1926 la ciencia ficción no existía como tal. Hasta esa fecha las narraciones que hoy día no dudamos en calificar de ciencia ficción recibían diversos nombres, tales como "viajes fantásticos", "relatos de mundos perdidos", "utopías", "romances científicos" o "novelas científicas".

El canadiense John Clute denomina a esta época anterior a la eclosión del género proto ciencia ficción.

Proto ciencia ficción y ciencia ficción primitiva (1818-1937)

Para muchos la primera obra de ciencia ficción con contenidos similares a los del género, tal y como hoy se entiende, se remonta a 1818, año en que es publicado Frankenstein o El moderno Prometeo de Mary Shelley. Aunque algunos ven elementos de ciencia ficción en leyendas y mitos muchos siglos antes. En la mitología griega, se cuenta que Dédalo, el padre de Ícaro y constructor del laberinto de Minos, construyó estatuas de madera que eran capaces de moverse solas (¿una primitiva referencia a los modernos robots?). Y en el folclore judío también está presente el mito del Golem. Incluso el viaje a la Luna fue objeto de iniciativas literarias antes de 1818; dos de las más conocidas son la de Cyrano de Bergerac, en el siglo XVII, y la del Barón de Münchhausen, siglo XVIII. Sin embargo, Carl Sagan e Isaac Asimov coinciden en que Somnium (1623) de Johannes Kepler es el primer relato de ciencia ficción como tal. Somnium describe a un aventurero que viaja a la Luna y muestra la preocupación de Kepler por el tema de cómo se verían los movimientos de la Tierra desde la Luna.

Resulta difícil establecer límites. Clute, en su enciclopedia ilustrada, pone en duda la existencia del género antes de finales del siglo XVII pero cita como precursor a Tomás Moro. En su más famosa obra, Utopía (1516), describe en forma de narración una sociedad perfecta que reside felizmente en la isla Utopía.

Sin embargo, como se comenta más arriba, casi todos los expertos reconocen que la obra que supuso un antes y un después en la concepción de la literatura de ficción científica fue la obra de Shelley.

La ciencia ficción en otros medios

EN LAS REVISTAS:

La ciencia ficción está ineludiblemente ligada a las revistas. La propia expresión ciencia ficción apareció en una de ellas. Probablemente, la primera revista periódica con algunos cuentos de este género (todavía sin nombre oficial) se podría considerar The Argosy 1896. No obstante, The Argosy no era una revista exclusivamente dedicada a las historias fantásticas con contenido científico. Otra revista temprana fue All Story, que comenzó a publicarse en 1911; en ella aparecieron la mayoría de los cuentos de Edgar R. Burroughs de fantasía científica.

En 1930 surgió otra de las revistas clásicas que todos los historiadores incluyen en su relación de publicaciones de la «edad de oro», Astounding Stories, la que más tarde sería reeditada por John W. Campbell como Astounding Science Fiction (1938) y que finalmente derivaría en la actual Analog Science Fiction and Fact (1960) y en la que escribieron los grandes escritores del género de aquellos días, entre los que se incluyen a Isaac Asimov, Robert A. Heinlein y Poul Anderson. Astounding/Analog (también conocida por sus siglas ASF) es considerada una revista de corte más "cientificista" que otras, siendo una de las publicaciones esenciales desde sus inicios hasta el presente. En 1971, tras la muerte de Campbell, Analog pasó a ser editada por Ben Bova, también conocido por ser el valedor de Orson Scott Card y aquél que lo lanzó a la fama. Desde 1978 la edita Stanley Schmidt.

En 1949 empezó a publicarse otra revista que tiene en su haber la mayor serie de colaboraciones (en este caso ensayos científicos) de Isaac Asimov, un total de 399 colaboraciones mensuales a lo largo de 33 años. Se trata de The Magazine of Fantasy & Science Fiction. Esta revista fue primeramente editada por Antony Boucher, y su editor actual, Gordon van Gelder, mantiene una revista de gran calidad literaria. En sus páginas se han publicado clásicos como Flores para Algernon de Daniel Keyes.

EN EL CINE

Artículo principal: Cine de ciencia ficción

En el cine hubo y hay grandes valedores del género de la ciencia ficción. Bien mediante la adaptación de cuentos y novelas, bien mediante la producción de películas con guiones especialmente creados para la gran y la pequeña pantalla. El cine de ciencia ficción se ha utilizado en ocasiones para comentarios críticos de aspectos políticos o sociales, y la exploración de cuestiones filosóficas como la definición de ser humano.

El género ha existido desde los comienzos del cine mudo, cuando él Le Voyage dans la Lune (1902) de Georges Méliès asombró a su audiencia con sus efectos fotográficos. Desde la década de 1930 hasta la de 1950, el género consistía principalmente en películas de serie B de bajo presupuesto. Tras el hito de Stanley Kubrick de 2001: A Space Odyssey de 1968, el cine de ciencia ficción fue tomado más en serio. A finales de la década de 1970, películas de presupuesto alto con efectos especiales se convirtieron en populares entre la audiencia. Películas como Star Wars o Close Encounters of the Third Kind allanaron el camino de éxitos de ventas en las siguientes décadas como E. T.: El extraterrestre (1982) y Men in Black (1997).

Literatura femenina / feminista

Creo que existe una literatura femenina o de mujeres con características propias, aunque está desvalorizada como todo lo femenino"

"La aportación más específica de la literatura de mujeres se centra en ampliar la gama de personajes femeninos y presentarlos como personajes con valor por sí mismos, en sus relaciones entre mujeres, y no sólo con los hombres. Esta aportación, hecha sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, forma ya parte del caudal de la literatura en general, y está a disposición de hombres y mujeres. Pero las características históricas propias de la literatura femenina se diluyen a medida que hay más mujeres que escriben”.

"Tengo muchos ejemplos concretos sacados de los periódicos con nombre y apellidos, de críticas o columnas de opinión en las que se dice explícitamente que lo que es femenino no puede ser universal, que la literatura de mujeres no es gran literatura o literatura de verdad”.

"Un hombre tiene más fácil entrar en la Real Academia. Lo difícil es no entrar en ese juego, porque el camino está allanado para el escritor serio y para la escritora frívola”.

"Es muy difícil combatir los prejuicios sobre la literatura femenina: el pensamiento occidental funciona por pares jerárquicos con el importantísimo matiz de que lo masculino se considera superior, más prestigioso. Eso está tan enraizado y metido en la lengua, que no veo qué demonios podemos hacer. Lo masculino es lo universal y se une a una amplísima gama de posibilidades, y lo femenino es lo particular y lo sexuado”.

"La idea de que las mujeres estamos arrasando en las listas de ventas es falsa y un poco paranoica"

"Yo creo que, históricamente, sí existe una literatura femenina con características propias; esto todavía es así, aunque menos, porque a medida que hay más mujeres que escriben, hay más diversidad, por lo tanto, las características comunes se diluyen. Pero, aún así, creo que sigue habiendo ciertas características propias".

"La literatura escrita por mujeres, hasta hace poco y en cierto modo todavía, es lo bastante minoritaria y excepcional como para poder tomar todos esos textos y decir que hay características comunes. Y uno de los problemas para la igualdad entre hombres y mujeres es que no hay una simetría exacta por razones históricas".

"La literatura se clasifica actualmente por sexos, edades y también por países. Creo que esto es debido, entre otras cosas, el derrumbe de las ideologías... Entonces, como ya no se debate sobre ideas, y seguimos necesitando clasificar, las etiquetas que quedan son las de sexo, edad y países".

“Seamos justos: la literatura femenina se sobrevalora desde el punto de vista del mercado porque, por ejemplo, surgen nuevas colecciones de escritoras, pero, sin embargo, se infravalora desde el punto de vista culto. ¿Por qué? Yo veo dos motivos. El primero es que la hostilidad hacía la mujer culta es algo muy enraizado en nuestra cultura, por lo menos, se remonta a Juvenal en el siglo I d.C. y seguramente, encontraríamos ejemplos muy antiguos. Pasa por Moliere, Las mujeres sabias, o Quevedo y su sátira contra las que llama “hembrilatinas”. Y sólo doy los ejemplos más notorios pero es una corriente que recorre la cultura y que se encuentra en autores más modernos como André Gide".

"Hasta hace poco, los escritores competían solamente entre ellos, y me temo que algunos ven a las mujeres como unas competidoras casi desleales en el sentido de que, para empezar, hay más competidores: antes eran sólo ellos, ahora hay unas competidoras nuevas y esto provoca hostilidad. Además, son unas competidoras que parecen jugar con ventaja ya que, en cierto modo, el mercado las sobrevalora, y tienen un público propio. Y todo eso suscita mucha desconfianza".

Novela psicológica

La novela psicológica o novela de análisis psicológico, también conocida como realismo psicológico, es una obra de ficción en prosa que enfatiza la caracterización interior de sus personajes, sus motivos, circunstancias y acción interna que nace y se desarrolla a partir de la acción externa. La novela psicológica "pospone la narración a la descripción de los estados de ánimo, pasiones y conflictos psicológicos"[1] de los personajes.

Técnicas

La novela psicológica no relata simplemente lo que ocurre, sino que explica el por qué y la finalidad de esta acción. En esta clase de literatura, el personaje y su caracterización son más importantes de lo normal, y profundizan más en la mente del personaje que las novelas de otro tipo. La novela psicológica puede llamarse la novela del "hombre interior".

En muchos casos, se usan las técnicas del flujo de conciencia o monólogo interior, para ilustrar mejor el trabajo interno de la mente humana. También pueden incluirse flashbacks. Otro recurso utilizado para indagar en el interior del personaje es a través de textos directamente emanados del personaje, como diarios íntimos o cartas.[]

Ejemplos

La Novela de Genji, escrito en el Japón del siglo XI es considerada la primera novela psicológica.

En la literatura occidental, los orígenes de la novela psicológica pueden remontarse en La Fiammetta (1344) de Giovanni Boccaccio, esto es, antes de que se acuñara el término psicología. Otro ejemplo es Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.

El primer auge de la novela psicológica como un género novelístico se establece con la novela sentimental de la que Pamela o la virtud recompensada de Samuel Richardson es un primer ejemplo. Su fuerza descansa precisamente en el conocimiento del corazón humano, delineando el sentimiento, sus cambios; el motivo dominante de la obra es ese análisis minucioso de los sentimientos de su protagonista, captando claramente las emociones.[]

La princesa de Clèves (siglo XVII), de Madame de La Fayette es considerada una primera precursora de la novela psicológica. Posteriormente, la novela psicológica por excelencia en francés es Rojo y negro de Stendhal.

Grandes novelas psicológicas son las de Dostoievski.En su obra más conocida, Crimen y Castigo, la novela psicológica alcanza su perfección más absoluta, debatiendo al individuo entre la aceptación de un tormento o la justificación de su acto.[]

En España se cultivó esta corriente dentro del realismo decimonónico, por autores como Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán y Armando Palacio Valdés.

VideOs